Te voy a contar un secreto:
¡me estoy muriendo!
Me entere casi sin querer, el médico me tomo entre sus brazos, escucho atentamente los débiles latidos de mi corazón y levanto su mirada, me miro a los ojos y casi al tiempo dijo: - es niña y todo indica que esta sana.
Han pasado muchos momentos después de este y no consigo separar vida de muerte, son los dos contrarios más parecidos que existen.
La vida es la sombra de la muerte y la muerte es la sombra de la vida. Una sin la otra no tendrían sentido.
Somos efímeros, nuestros pensamientos fluyen.
Hace nada tenía una idea en mi cabeza y ya no existe, hace nada tenía un pensamiento y dejo paso a otro y se apelotonan, se pisan, se llevan la contraria y muy de vez en cuando se ponen de acuerdo.
Sé que me esperan pacientemente y yo tambien a ellas. Son esos pequeños instantes donde la vida se hace dueña y señora del espacio y la muerte queda dormida.
martes, 24 de febrero de 2009
viernes, 13 de febrero de 2009
Quiero escribirte.
Nunca se me dieron bien los diarios, creo haber empezado muchos pero por alguna razon terminaban en el olvido.
Nunca se me dieron bien los silencios y esa creo que es la razon principal por la que la palabra es tan importante en mi vida.
Nunca se me dieron bien las tareas domesticas y por eso creo que la calle, un bar para echarme los cafes son parte de mi pasado.
Pero y el pasado de esas chicas, de esas miradas perdidas en Molino de Viento. De esos cuerpo un dia esculturales y al siguiente rendidos al olvido. Donde escribo este trozo de mi diario a cachos, donde hago palabra mi mirada a esas vidas desconocidas.
Son las siete de la mañana, mi coche aún esta enfriandose de la paliza de bajar del campo a la ciudad. Estoy sentada en el coche, la música me acompaña y observo.
Son las siete de la mañana, mi coche aún esta enfriandose del recorrido hasta esta ciudad. Estoy sentada en el coche, con la cabeza semireclinada, la música me acompaña y observo.
Son las siete de la mañana, mi coche y yo estamos aparcados en algun puento de esta calle llena de vidas, me acompaña la música y observo.
En algún momento, en todos los momentos se me estan cruzando las historias y es una pena no poder hacerlas cuento.
En algún momento, en todos los momentos, mientras escribo sin fijarme en los detalles, sin dar importancia a las faltas de ortografía, sé que esas vidas que observo y que ellas me observan, son y seran parte de todo lo que escribo, de todo lo que soy.
Es posible que sin por un momento dejara de pensar, se haría posible el milagro de escribir.
Nunca se me dieron bien los silencios y esa creo que es la razon principal por la que la palabra es tan importante en mi vida.
Nunca se me dieron bien las tareas domesticas y por eso creo que la calle, un bar para echarme los cafes son parte de mi pasado.
Pero y el pasado de esas chicas, de esas miradas perdidas en Molino de Viento. De esos cuerpo un dia esculturales y al siguiente rendidos al olvido. Donde escribo este trozo de mi diario a cachos, donde hago palabra mi mirada a esas vidas desconocidas.
Son las siete de la mañana, mi coche aún esta enfriandose de la paliza de bajar del campo a la ciudad. Estoy sentada en el coche, la música me acompaña y observo.
Son las siete de la mañana, mi coche aún esta enfriandose del recorrido hasta esta ciudad. Estoy sentada en el coche, con la cabeza semireclinada, la música me acompaña y observo.
Son las siete de la mañana, mi coche y yo estamos aparcados en algun puento de esta calle llena de vidas, me acompaña la música y observo.
En algún momento, en todos los momentos se me estan cruzando las historias y es una pena no poder hacerlas cuento.
En algún momento, en todos los momentos, mientras escribo sin fijarme en los detalles, sin dar importancia a las faltas de ortografía, sé que esas vidas que observo y que ellas me observan, son y seran parte de todo lo que escribo, de todo lo que soy.
Es posible que sin por un momento dejara de pensar, se haría posible el milagro de escribir.
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